[Esta es una de las entrevistas que realizamos en el marco del libro colectivo La conquista del espacio, que puedes descargar íntegro en pdf aquí, o ver poco a poco aquí].
Vivo en Tudela de Navarra, nací aquí, estudié aquí y después de hacer la carrera y el máster es aquí donde he encontrado trabajo. Soy bióloga y ahora estoy trabajando en el sector agrícola y también en cosas relacionadas con la industria alimentaria, con una ingeniera agrónoma, llevando los cuadernos de explotación de tratamientos y de fertilización, también llevo temas de calidad y normativas de calidad. Para estudiar, eso sí, me tuve que ir fuera, porque en Navarra no había opciones. Viví en Madrid seis años por temas de estudios, también viví en Amberes, que no es una gran ciudad, pero sí que es una zona metropolitana. Aunque esa zona del norte del Bélgica tenga un sector ganadero fuerte, no es el mismo concepto de rural que aquí. Es todo mucho más urbanizado y con mucho más dinero. También viví en Lisboa.
No sé si definir a Tudela como un entorno rural, porque claramente está rodeado de zona agrícola y campos, pero Tudela en sí es muy urbanita. Sí lo considero situado en una zona rural, pero Tudela en sí no lo es tanto.
Creo que en lo que se refiere a recursos está bastante bien: hay espacios educativos, a nivel de primaria y secundaria, y está la universidad, aunque con pocas carreras. Hay muchos centros de salud y en general la gente de Tudela tiene aquí los medios para satisfacer sus necesidades en cuanto a sanidad y educación. Los de la Ribera sí que se tienen que desplazar. Hay mucha oferta de colegios e institutos y cerca también hay, en otro pueblo, pero también hay bachillerato artístico. Teniendo en cuenta el nivel de población creo que está bien. Además, a todo lo que está en Tudela se puede ir andando o en bicicleta perfectamente.
Respecto a los centros culturales y de ocio, la verdad es que Tudela está muy centrada en que su actividad sea principalmente comercial y de bares. El ocio está totalmente enfocado al consumo de alcohol y fiesta. Hay muy poca oferta. Hay un teatro con una cartelera enfocada a la gente mayor o niños pequeños y que tampoco tiene muchísimas obras. Conciertos tampoco hay muchos, es siempre en el mismo sitio y casi nunca hay. De vez en cuando te viene alguien muy famoso y ya está. No hay salas pequeñas y el nuevo ayuntamiento tampoco deja a los bares hacer conciertos. Está todo muy centrado en lo que organice el ayuntamiento y en un único espacio. En los centros cívicos, a los que antes se les daba un uso más amplio, ahora es mucho más difícil organizar algo y te ponen muchas más pegas. Por la situación política que hay en Tudela la vida cultural y social en general ha ido a peor.
Echo en falta más ofertas variadas respecto al tema cultural, que no dependan todas del ayuntamiento que haya. Que haya más espacios que pueden ser utilizados de forma libre por la población y por las organizaciones, que era algo que se estaba intentando hacer a nivel de la Ribera, también para descentralizar un poco todo de Tudela. Porque en otros pueblos se hacen muchas más actividades culturales, por ejemplo en Cascante o en Murchante organizan cines al aire libre, incluso hay un festival de música muy importante en Cascante. Las organizaciones culturales y musicales se están organizando para tener fuerza y exigir que se les facilite utilizar estos espacios que ya existen. Espacios que se podrían utilizar más allá de lo que utilizan ahora.
Los parques infantiles tampoco creo que estén súper bien cuidados, están construidos en relación a donde hay urbanizaciones, así que los parques «guays» están en las zonas de casas nuevas que han hecho. Pero en el centro hay poquísimos parques y no creo que haya muchas más actividades para los niños.
Los desplazamientos son rapidísimos, porque máximo te puedes recorrer Tudela en quince o veinte minutos y con bici puedes ir a todos los lados, incluso a los cines y los recreativos que están totalmente fuera de la ciudad.
Si tuviera que irme a un pueblo más pequeño o a una ciudad como Madrid echaría de menos los recursos sanitarios y educativos. En un pueblo más pequeño me tendría que desplazar más para la sanidad y en una ciudad grande como Madrid seguramente también tengas que desplazarte más, y que sea una atención mucho peor. El tamaño de Tudela tiene cosas muy buenas, como que los planes puedan ser mucho más espontáneos, no dependes tanto del coche, y básicamente que no te requiere tanta planificación el hacer un plan o hacer la compra, es todo más inmediato. En un pueblo más pequeño seguramente tengas que irte a otro más grande y en otro sitio más grande puede ser más difícil acceder a ellos.
Vivir aquí te permite tener relaciones mucho más cercanas y que todos los amigos que puedas tener vivan como máximo a diez minutos de tu casa y eso esta muy bien. Pero pocos de tus amigos van a poder vivir aquí, casi todos encuentran trabajo fuera o prefieren vivir fuera, aunque la calidad de vida sea mejor aquí. Por una parte tienes relaciones más cercanas y es más fácil quedar con la gente que en una ciudad grande. Pero al mismo tiempo voy muchísimo a Madrid, porque tengo muchos amigos allí. Al final todo el mundo se va, porque encuentran trabajo o porque también un sitio pequeño puede ser asfixiante. Todo el mundo te conoce, puede que te encuentres con frecuencia con el que te hizo bullying de pequeña y no te apetece. Hay muy poca diversidad de formas de ser, muy pocos espacios en los que si no encajas del todo no estás cómodo. Las cosas malas de un sitio pequeño, aunque esto también mejora con la edad, porque las cosas te van dando más igual.
En otro tipo de relaciones, por ejemplo, yo tengo el mercado al lado y hablo con la verdulera, con la frutera, me dan todo lo que yo quiero y tengo una relación muy cercana, con la vecina también. Aunque pienso en Madrid y cada barrio es una muestra pequeña y también puedes tener esa relación a nivel de barrio. Es un poco lo mismo, aunque aquí el producto es prácticamente kilómetro cero y es mejor. La calidad de las cosas que puedes obtener es mejor, pero en cuanto a las relaciones en sí, no sabría decirte qué es mejor. Porque también estar en un sitio muy grande donde la gente no sabe quién eres también está muy bien.
Creo que aquí es más fácil mantener los lazos sociales, primero, porque si no es gente que conoces de toda la vida, más o menos lo conocías, y seguramente no sea gente nueva. No es tanto establecer una relación, sino fortalecer una que quizás ya existía. Te permite mantenerla, porque estás cerca y es más fácil. Lo que es difícil es hacer cosas, porque no hay mucha opción. Pero aquí es mucho más difícil establecer una nueva relación, si no es alguien que se mueva con gente afín a ti, es porque se mueve con gente no afín a ti. No es un sitio para hacer nuevos amigos. Es difícil. En Madrid era más sencillo. Es un entorno pequeño y cerrado para muchas cosas, hay muy poca diversidad y la gente está poco abierta a estar con alguien distinta a ellos. Yo la primera en según qué cosas. En una ciudad grande hay más oportunidades de conocer otro tipo de gente.
En tema de utilización de calles y plazas, en realidad se utiliza muy poco, porque está totalmente dedicado a que haya terrazas de bares. Sales a la calle y después de hacer el recado que tengas que hacer no te quedas utilizando la calle o un parque, te vas directamente a la terraza, que está en el propio parque. En el gran paseo que recorre casi todo Tudela hay terrazas a ambos lados, por lo que la gente no utiliza el espacio público más allá de la terraza del bar, que entiendo que esto sucede en todas partes. Pero la gente de Tudela no intenta reutilizar estos espacios.
El tema parques, hay un parque al lado del Ebro, que se usa, pero no mucho. La gente que tiene perros pasea, pero como la zona está aislada y mal iluminada no se utiliza demasiado. Hay parques que solo utilizan las personas que viven cerca. Los dos parques grandes están en los dos extremos del pueblo, que están muy a mano, pero mentalmente tú no consideras que están cerca. Porque no está en tu recorrido diario, ni en tu imaginario de espacios a utilizar, porque está fuera. Es muy distinto a cómo entiendes el uso del espacio público en una ciudad grande, en Madrid se utilizan mucho más, porque parece que es una cosa que tienes que recuperar. Aquí no se te ocurre que puedes ir al parque a estar. También puede estar relacionado con el tipo de vivienda, que aquí está mejor. Aunque en los pueblos más pequeños sí que se utiliza más. Aquí el tamaño no es tan grande, pero hay una actitud que no ves ni en las grandes ciudades. No está diseñado para que utilices realmente el espacio público.
El principal cambio del entorno en los últimos años ha sido el crecimiento de la ciudad, por medio de crear nuevas urbanizaciones, toda esta zona verde que he comentado. Hay una zona muy amplia con zonas verdes para todas estas casas que se han ido construyendo. Con su farmacia, Mercadona, zona de bares. En realidad yo he vuelto a Tudela hace dos años y muchos pasos me los he perdido, pero ha sido un crecimiento urbanístico muy centrado en satisfacer las necesidades de esa nueva zona que está creciendo. No ha habido principales cambios además de estos. También se están ampliando las instalaciones deportivas, pero también ligado a esa zona que está creando. Parece que es un crecimiento que se va a seguir potenciando. Pero no sé por qué. Hay muchas obras y cambios que se están haciendo en las calles de Tudela que no tiene ningún sentido.
Tengo la sensación que cuando estaba en ciudades más grandes hacía un mayor uso de los espacios públicos. Aquí no se te ocurre ir a pasear, leer o estar. Parece raro porque aquí no lo hace nadie.
Esta es una zona semiárida y agrícola, el mayor impacto del cambio climático será en cómo va a afectar a la industria agrícola. Habrá que ver qué se hace con el suelo, a ver qué se planta y cómo se adaptan los agricultores. Estamos en una zona con un riesgo de desertificación muy alto y es una zona en la que ya se empieza a notar el tema de las sequías. La zona de la Ribera es una zona hortícola, habrá que ver cómo se adaptan los agricultores al tipo de cultivos que van a tener que poner, el tipo de manejo, labores y planificación de los cultivos. Tendrán que adaptar los ciclos de los cultivos a los ciclos ambientales, teniendo en cuentas las épocas de más calor, o más estrés hídrico. Va a haber un impacto muy fuerte, porque no se está preparando a los agricultores para esto desde las instituciones, debería de haber un plan más coordinado. Va a llegar un momento en el que no se va a poder cultivar y las pérdidas serán brutales. No hay adaptación alguna, sin hablar ya de mitigación. El principal impacto será socioeconómico, teniendo en cuenta que hay muchísima población de Tudela y la Ribera que depende del campo, y eso se va notar. Aunque habrá cultivos en los que se aumentará el rendimiento, pero habrá que ver.
Además, en cuanto a la vulnerabilidad de la población, esta es una zona de población bastante envejecida. El aumento de temperaturas y la sequedad en el ambiente se notará, como hemos dicho, con dos parques que están fuera de la ciudad. Tudela es todo asfalto, no será agradable con el aumento de la temperatura. En verano hace mucho calor y es muy seco, en invierno es muy frío y tienes el cierzo. Con un tiempo más drástico la gente no sé cómo va a poder reaccionar a esto.
Parece que no estuviera pasando nada, el ayuntamiento de Tudela no dice nada al respecto. Todo sabemos que vivimos al lado de un desierto, todos sabemos que hay riesgo de desertificación y de aumento de la erosión, no es algo secreto. Pero no se plantea ninguna medida de adaptación al cambio climático. No creo que se estén tomando muchas medidas. Están cambiado las calles para favorecer los coches, así que en cuanto a movilidad no se está haciendo nada, en cambio, se están potenciando los coches. Aunque en cuanto a las bicis, sí que han aumentado las zonas ciclables, pero hay poquísimos aparca bicis y solo de atar una rueda. No se está favoreciendo otra movilidad que no sea ir en coche o andando. Se habló incluso de poner patinetes eléctricos, y recordemos que Tudela se puede recorrer en un paseo en veinte minutos. La sensación general es que el equipo de gobierno no se lo está tomando en serio.
De hecho, acaban de aprobar hacer un campo de golf, en una zona agrícola que está estratégicamente colocada al lado de un hotel de lujo. Es una iniciativa del anterior alcalde, que es del mismo equipo de gobierno del actual. El arquitecto municipal está de hecho en la asociación privada de golfistas. Lo venden como golf para todos, pero está en una zona lejos del público, en una zona con altísimo riesgo de erosión y al lado de un desierto. Y esto se hará con dinero público. La sensación es que no hay nadie al volante.
La ilustración es de Adara Sánchez Anguiano.